La última semana de septiembre se dio inicio oficial al proyecto “Construyendo caminos de soberanía y seguridad alimentaria con identidad cultural en San Miguel de Alpaccollo- Puno” con la visita protocolar que el equipo de Corparaucanía y del Centro de Investigación y Promoción Agraria (CIPEA) de Puno en Perú, realizaron a la embajada de Chile en Lima.
Implementar una estrategia de trabajo con pertinencia cultural que permita recuperar, almacenar y distribuir variedades y especies de semillas y plantas nativas, que responda a los requerimientos básicos de soberanía y seguridad alimentaria existentes en cincuenta familias indígenas de la comunidad San Miguel de Alpaccollo de Puno , Perú, es el principal objetivo de este proyecto.
Saludo protocolar a Embajador de Chile en Perú de Corparaucanía y CIPEA.
El embajador en el vecino país, Roberto Ibarra, manifestó su alegría al saber del proyecto y su estrategia de trabajo: “porque busca hermanar a nuestros pueblos originarios, a través del intercambio de saberes y experiencias, volviendo a transitar caminos que ya fueron recorridos por nuestros ancestros”. Igualmente, el personero destacó la oportunidad que el Fondo Chile abre a los organismos de la sociedad civil para fortalecer lazos entre instituciones de ambos países.
Saberes ancestrales
Desde Lima, el Antropólogo y Coordinador del equipo de Corparaucanía para esta iniciativa, Eduardo Pino, precisó que “se observa con particular atención la aparición de productos agrícolas orgánicos en el mercado local, cuya producción se fundamenta en procesos que privilegian saberes ancestrales basados en el conocimiento profundo de la naturaleza. La institucionalidad estatal no ha estado ajena a seguir este movimiento. Hace una década atrás, desde el mundo indígena se iniciaban silenciosamente los primeros trafkintu –intercambios simbólicos de productos, animales, plantas, semillas y/o herramientas– y hoy ya se han institucionalizado con un énfasis inesperado: recuperación de semillas nativas. Si bien el mercado es restringido para este tipo de productos, es un mercado emergente asociado a la vida sana, a una actitud de vida que en el mundo mapuche se conoce como Küme Mogen”.
A su vez, los representantes de CIPEA describieron la comunidad Aymara de San Miguel de Alpaccollo, situada en el distrito de Ilave, al sur de Puno, donde hay un esfuerzo por recuperar semilla nativa, especialmente de quínoa, trabajo que apoyará el Fondo Chile.
En el altiplano
Ya en terreno, la delegación tuvo la oportunidad de compartir con los dirigentes de la comunidad San Miguel de Alpaccollo, socializar el trabajo que se realizará en los próximos dos años, programar actividades y visitar los terrenos donde se implementarán chacras comunitarias.
En esta reunión participó el alcalde de Ilave, Santos Apaza Cárdenas, quien expresó su apoyo a la iniciativa señalando que junto a su equipo municipal, acompañará el desarrollo de este proyecto que podría ser replicado en la zona de influencia. Asimismo, el presidente de la comunidad, Juan David Maquera, agradeció las acciones que permitirán recuperar variedades de quínoa, intercambiar saberes con guardadores de semillas mapuches y conocer tecnologías apropiadas que podrán implementar en sus chacras.
El equipo de Corparaucanía que ejecutará la iniciativa está integrado también por el Fotógrafo Documentalista, Marcelo Arriola, quien junto a Diego Benavente, director ejecutivo de la corporación, completan la delegación que visita Perú. “Este proyecto es un desafío institucional importante ya que hay interés en la existencia de guardadores/as de semillas que han cuidado y protegido con mucha fuerza un patrimonio que nos habla de una relación hombre naturaleza que podemos fortalecer, abriendo nuevas conversaciones”, destacó Benavente.
Este proyecto ha sido financiado con el apoyo del Fondo Chile, una iniciativa conjunta del Gobierno de Chile —a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI)— y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Para mayor información, visite www.fondochile.cl
Créditos Fotografías: Marcelo Arriola.