10 de mayo de 2009. Para comprender lo sucedido con Corparaucan�a, es �til un an�lisis en distintos planos, siendo el primero, el plano institucional, donde se actu� conforme lo estipula su estatuto, que dispone que una vez renunciado su presidente el d�a 4 de mayo, me corresponda asumir el cargo de presidente dada mi condici�n de vicepresidente, lo que fue posteriormente ratificado por el Directorio en reuni�n mensual del 5 de mayo.

En segundo lugar, el plano personal y del leg�timo derecho de quien tom� la decisi�n de dejar la presidencia de Corparaucan�a, para poder asumir como integrante de un comando presidencial, oportunidad rara vez ofrecida a gente de regiones. Aqu�, se puede discrepar de la forma y el breve tiempo involucrado, pero la decisi�n se ampara en el principio b�sico de la libertad de elegir cada cual su destino.

En el plano pol�tico, donde apareci� en la prensa Corparaucan�a, apoyando a una determinada candidatura presidencial, lo que provoc� que algunos representantes pol�ticos locales de gobierno, reaccionaran de manera airada y destempladamente a trav�s de los medios. No entendiendo, que tanto el sector p�blico como el privado han sido los responsables de una gesti�n eficaz y eficiente en el uso de los recursos, colaborando generosa y desinteresadamente durante m�s de 9 a�os.

El �ltimo plano y de singular responsabilidad, creo que le corresponde a algunos medios de la prensa nacional, los que actuaron apresuradamente y no tuvieron suficiente rigor al chequear la fuente. Para lo cual, bastaba llamar o simplemente entrar al sitio web de Corparaucan�a, para percatarse que por su misi�n, objetivos, conformaci�n (universidades, gremios, sindicatos y empresas) y composici�n de su directorio (privado-p�blico), es imposible que como instituci�n pueda adherir a ning�n tipo de iniciativa pol�tico partidista. Lo que se hizo, fue discriminar a una corporaci�n regional, al exponer su nombre.

En resumen, no resta m�s que aprender de esta experiencia, de modo que lo que se construya en com�n y orientado siempre a fines superiores, sea respetado por todos los actores regionales. En esta l�nea, seguiremos trabajando muy comprometidos con el desarrollo de nuestra querida regi�n de La Araucan�a.