16 de enero de 2010. En momentos como éstos, de cambios gubernamentales, se hace menester tirar líneas y proponer nuevos desafíos en materia de gestión. El nuevo Presidente de la República debe sí o sí enterarse de lo que a la Araucanía nos preocupa. Es rol del Estado velar por el desarrollo de sus regiones y es rol del nuevo Mandatario emprender su camino con coraje y nuevos desafíos.

El 2009 fue un año fuerte, como región estuvimos en la palestra en varios tópicos, como el tema mapuche, malos índices de educación, alta tasa de desempleo, etc. Por eso, el nuevo Gobierno debe poner especial atención en aquellas áreas que pueden ayudarnos a salir adelante.

Es necesario que la nueva gestión aporte a nuestra Araucanía en la recuperación y fortalecimiento de la agricultura regional; que impulse una estrategia de desarrollo productivo rural, con especial atención en las comunidades mapuche; que apoye y fortalezca las Pymes como las que generan el mayor empleo y valor agregado a la economía; y por último, y esto no sólo para nuestra región, que le de más independencia política, permitiéndole elegir popularmente a sus autoridades regionales, en especial al Intendente.

Actualmente, el Intendente Regional es el representante del Gobierno Central en la región y no un representante de la región ante el Ejecutivo. Sin duda una elección popular en esta materia es lo que le daría mayor autonomía a las regiones, mayor poder de decisión y mayor libertad de gestión, sin temor a represalias partidistas.

En nuestro rol articulador entre actores públicos y privados velaremos por que las ideas aquí planteadas no sólo sean una utopía. Nuestro desafío como ciudadanos es aportar, aunque sea un grano de arena, en el camino para que la Araucanía esté en el sitial que se merece.

Columna de Andrés Molina, Presidente de Corparaucanía, publicada por el Diario Austral de La Araucanía.