12 de octubre de 2010. Apenas su vigorosa estampa cruzó la puerta de una de las aulas de la escuela San Francisco de Cunco Chico (comuna de Padre Las Casas), los niños exclamaron con alegría, lo importante que para ellos significaba conocer nada menos que a un astronauta.

Sí. Y no un “aprendiz que pretende ser astronauta”, sino que un profesional con alta capacitación en Rusia y Estados Unidos, quien participó en dos misiones espaciales (una de ellas en el mítico Discovery, en 1998) y que de paso se transformó en el primer astronauta español en ser lanzado al espacio.

Pedro Duque (Madrid, 1963) estuvo de paso por Temuco, en una misión que puede parecer mucho más fácil que ir al espacio, pero que tiene un objetivo mucho más filantrópico, al menos para nosotros.

EL CONTACTO

Aunque su último viaje espacial fue hace siete años, Duque sigue siendo un activo participante del circuito cosmonáutico internacional. Su capacitación y conocimiento, lo hacen un invitado de lujo para cualquier conferencia sobre el tema, que se haga en cualquier parte del mundo.

Por todos estos méritos, fue invitado al Congreso Latinoamericano de Observación de la Tierra por Satélite (LARS), organizado por el Servicio Fotogramétrico de la FACh, en Santiago.

Pero mientras participaba, se supo que además de sus labores en el plano de la ciencia, es presidente de la Fundación Elecnor, una organización ligada a las fuentes energéticas, pero que también se da el tiempo (y el dinero y contactos) para hacer beneficencia.

Así surgió el contacto con la fundación local AraucaníAprende. Se le explicó de qué se trataba esta organización, cuál era su fin y, lo que más le llamó la atención, el contexto étnico y socioeconómico en el que se desenvuelve.
Y así, el astronauta español hizo un alto en su agenda, y viajó a Temuco.

EN LA SALA

Este jueves, Duque fue trasladado por la mesa directiva de AraucaníAprende, a la comuna de Padre Las Casas. Ya incluso por el trayecto, al mirar el contexto iba soltando expresiones de sorpresa, lo que es mucho decir para alguien que ha visto la tierra a miles de kilómetros de distancia.

La pobreza, la marginalidad y la infraestructura, eran para los ojos de Duque, un escenario que no esperaba. No de esa forma.
Su asombro fue, de cierta manera, disipado cuando llegó a la escuela. Un establecimiento que, a pulso, y con mucha ayuda, ha logrado levantar su nivel educacional. Su mayor riqueza, sin duda, son aquellos niños que han sido intervenidos con programas como el “Rescate lector” que impulsa AraucaníAprende.

ATENTOS

Niños de 10, 11 y 12 años, escucharon atentos las experiencias que contaba Duque. El momento de mayor emotividad, fue cuando les mostró videos en los que se podía ver al astronauta subiéndose a un transbordador de la Nasa, o comunicándose con los controles terrestres, desde el espacio. Desde ese momento, el visitante español se transformó en ídolo absoluto de aquellos niños.
LA PROMESA: AYUDA PARA ARAUCANÍAPRENDE

La ronda de preguntas fue un momento especial y mágico. “¿Por qué los cohetes no se caen y los aviones sí?”, “¿Usted fue en una nave espacial”?,  la favorita del ibérico: “¿Cuando estuvo en el cielo, pudo tocar alguna estrella?”.

Ingenuidad, inocencia y curiosidad. Una mezcla de sensaciones, gracias a las cuales Duque se llevó un trozo de La Araucanía en su corazón.

Tras aquella visita en la Escuela San Francisco de Cunco Chico, Duque almorzó con la mesa directiva de la organización que lo convocó. Junto a José Miguel García, Pedro Hepp, Carlos Dreves y Diego Benavente, sacó conclusiones. Al astronauta español le llamó mucho la atención la pobreza económica que vio en esta escuela con un 100% de alumnos mapuches.

Pero sobre todo, que eso lo vio replicado cada dos kilómetros. Por el camino, vio decenas de escuelas rurales de similares características.

“Veo que en el tema educativo de Chile hay un problema de diseño”, dijo a su despedida en el Aeropuerto Maquehue. Y así se fue de la región. Volando. No con el traje naranjo que caracteriza a la Nasa, pero sí con una libreta llena de apuntes, teléfonos y mails, y con el compromiso que a su llegada a España, intentará gestionar alguna ayuda o apoyo a AraucaníAprende. Palabra de astronauta.

Fuente: Austral Temuco.